sábado, 21 de junio de 2014

EL BOSQUE, LOS TRIBUTOS Y ... LAS LICENCIAS FEDERATIVAS

Como decía ... hace tiempo que escribí este pequeño cuento, pero no me atrevía a publicarlo para evitar la posibilidad de ofender. Recientemente, leí el artículo de Davide Vega d’Aurelio - ‘Pitufolandia’ - en la LLiga Catalana (tema distinto pero estilo parecido, tal vez más incisivo,) y he recapacitado. No, no es ofensivo… todo lo contrario. Algunos se ríen a carcajadas cuando hablan del tema. (No suelen hacerlo en voz alta ¿Detecto miedo?)
El PSC se ha roto. El PSOE se derrumba. Los ricos han heredado el país y las grandes fortunas aumentan. La juventud pide cambios. Los pensionistas pedimos cambios. Y los ‘entre-años’ que nos mandan, esos ¿qué ofrecen?
Estuve en correspondencia hace poco con la FCE con referencia a las licencias, ya que como muchos saben me preocupan algunos aspectos del nuevo sistema que han adoptado este año. Agradezco públicamente su colaboración en este asunto (aunque no quisieron hacer  ningún comentario sobre las cuotas de los clubes) y reproduzco, después del cuento, las cartas intercambiadas.
Como verán, yo no saco conclusiones. Expreso preocupaciones (las mías y las de otros con quienes hablo con frecuencia). Sobre todo animo al debate, a extirpar el miedo a hablar del cuerpo y a defender, con palabras por favor, nuestros derechos y aspiraciones. Sobre todo, apelo a que se aplique la equidad en todos los ámbitos.

El bosque (y los tributos)
(Cualquier similitud con la realidad es deliberada y…… bienintencionada) 
Erase una vez un bosque; un gran bosque denso y espeso con sus enormes y majestuosos robles y castaños; fresco y hermoso con sus sempiternas sombras y sus estrechos riachuelos llenos de pequeños anfibios; verde y soleado con sus numerosos claros y amplios espacios abiertos.
Estaba dividido en tres partes bien delimitadas. Los osos, las criaturas más grandes, tenían su zona de influencia bien controlada y mandaban sobre todas las otras criaturas. Su jefe,
Oso Birsan, una enorme bestia, siempre rodeado de sus guardas espaldas, mandaba con mano de hierro sobre todo aquel territorio, aunque muy raramente la población de osos se acercaba a las otra zonas. Sus más directos rivales para el liderazgo, Oso Kaspa y Oso Karpo, le daban batalla constantemente con la esperanza de destronarlo. A los plantígrados les bastaba con que los demás animales les pagaran un tributo que les permitía circular libremente por todo el bosque sin el temor de sucumbir a las garras y los dientes afilados de las fieras que reinaban allí.
        
La segunda zona pertenecía a otros animales igualmente feroces; los lobos. Estos animales, liderados por Lobo Tchoa, no eran tan feroces como se supone. De hecho, su máximo dirigente, de gran talante y muy trabajador, había trabado amistad con casi todos los sectores del bosque e igual charlaba con el líder de un clan que con una sencilla ardilla.  Al igual que los osos, se contentaban con que los animales de la tercera zona pagaran su tributo para poder visitar su zona y la de los osos. A su vez, pasaban parte de ese tributo a los osos… y así todo los animales contentos.  
Y ahora llegamos a la tercera parte del bosque donde residían la gran mayoría de las criaturas de Dios; todos ellos animales pacíficos, tranquilos, amables y dispuestos a todo antes que molestar a nadie. Estaban divididos en clanes, cada clan formado por una de las especies que vivían allí y cada clan con su jefe y asesores. Para poder vivir en paz y evitar disputas, los clanes habían elegido un gran jefe y su junta de asesores y cada pocos años se renovaba este grupo de líderes. El jefe actual era un gran ciervo con una enorme cornamenta en forma de corona de ramas y, sobre todo, con mucha experiencia. Se llamaba Cierviton y era a la vez amable, simpático y muy eficaz.
La recogida de tributos era muy sencilla. Cada clan ofrecía una parte animal – para los lobos – y tres partes vegetal – una (la mayor) para los líderes de su clan, otra para los líderes de la tercera zona y una última (la más pequeña) para los osos.
La parte animal consistía en llevar los cadáveres y los moribundos a la línea divisoria entre la tercera zona y la segunda. También dejaban algunos peces. Allí, los lobos se los llevaban y, a su vez, depositaban su parte del tributo, carne y peces, en el límite de su zona colindante con la de los osos. Algunas veces, muy pocas por cierto, en que no se presentaban estas condiciones, algún anciano se ofrecía voluntario como sacrificio para que no se llevaran a las crías.
En cuanto a los tributos con base vegetal, pues incluían frutas silvestres, castañas, bellotas, plantas y ramas, hierba y, naturalmente, ¡miel para los osos! También los lobos se encargaban de llevarlos todos a sus destinatarios.
Así pues convivieron durante muchos años, como una gran familia, cada uno respetando los derechos, y los deberes, de los demás.
Sucedió que llegó un invierno muy, muy largo y frío, seguido de un verano también muy, muy largo, seco y caluroso. Además, las estaciones entre medio no siguieron su curso normal, de modo que en conjunto el bosque sufrió mucho… y los animales también. Hambre y sed combinaron para infligir grandes sufrimientos  a todos en partes iguales. 
Empezaron a alzarse las voces en contra de pagar tantos tributos. “Dejaremos de pasear por las otras zonas,” dijeron algunos. “No habrá represalias,” dijeron otros. “Tranquilos, no nos atacarán,” declaró Cierviton en la asamblea general que se celebró debajo del enorme y majestuoso roble ‘Pyrenaica’, despojado ya de sus hojas sinuosas, y que le servía a él, y a sus asesores, de base. “No se atreverán,” prosiguió con su discurso. “Lucharemos hasta el final.” “Si, si,” gritaron los jefes de clanes allí agrupados. “Lucharemos hasta el final.” Y de los demás animales del bosque… algunos se estremecieron, recordando las terribles mordeduras que infligieron los lobos a una pacifica jabalina que se atrevió cargar contra una manada que se acercaba a sus jabatos. Otros, especialmente los jefes de clanes, más atrevidos, aplaudieron el discurso. Algunos, tal vez creyéndose más sabios y sensatos, pidieron reflexión.
El caso es que la asamblea acordó, por una impresionante mayoría, eliminar los tributos a los lobos y a los osos y evitar los paseos por sus zonas del bosque. Los que querían seguir disfrutando de esos paseos tendrían que pagar su propio tributo, aunque, eso sí, los canales habituales para poder hacerlo se mantendrían abiertos.
En cuanto  a los clanes y los líderes de la tercera zona del bosque, seguirían recaudando sus propios tributos, íntegros en muchos casos, y ligeramente reducidos en otros, pero, en todo caso, sin reflejar el enorme ahorro que se había conseguido eliminando la parte que iba a los lobos y a los osos. De modo que las medidas tomadas no sirvieron para aliviar el hambre. Además, ahora que los cadáveres no se deshacían en forma de tributo, se iban amontonando, atrayendo una infinidad de aves, insectos, roedores y otros animales de carroña, llenando esa parte del bosque de olores y espectáculos especialmente desagradables
¿Y yo? Me llamo Gato Ral y no soy más que un simple felino que se escapó de casa una triste y lluviosa mañana para adentrarme en el bosque soleado. Sus habitantes me acogieron con gran cariño y amistad y me enseñaron su pasatiempo favorito. Aprendí todas sus lenguas para poder comunicarme con todos ellos con más facilidad. Cazo ratones (¿qué otra cosa podría cazar en este bosque?) y pago tributo, como todos, aunque, también como todos, me gustaría pagar menos.
El bosque está tranquilo, ahora. Los animales se quedan en casa y no se atreven pasar de la línea divisoria entre la primera y la segunda zona del bosque, y mucho menos entrar en la tercera. Todos menos los pocos que prefieren su libertad real a una pseudolibertad artificialmente impuesta, por razones difícilmente comprendidas. Se habla mucho de una tormenta que se avecina y que podría cambiar nuestro estilo de vida por completo.


                    ¿Sobrevivirá nuestro hermoso bosque? ¿A qué precio? me pregunto.

Las Licencias
Copia de mi correspondencia con la Federació Catalana d'Escacs
Para: Federacio Catalana Escacs
Asunto: Licencias Federativas
A la atención de : Sr Antonio LÓPEZ - Gerente FCE
Apreciado Antonio,
Te estaría muy agradecido si pudieras enviarme alguna información sobre las Licencias Federativas, ya que francamente lo  encuentro todo bastante confuso.

 Básicamente, agradecería una respuesta clara y oficial sobre las siguientes preguntas:

1- a) ¿Cuánto costaba la Licencia Federativa (incluyendo FIDE) en el año 2013 para los jugadores seniors?
     b) ¿Se aplicaba alguna reducción sobre este  coste para los mayores de 65 años? Si fue así, ¿Cuánto?
2- a) ¿Cuál es actualmente el coste anual de la Licencia Federativa ‘Catalana)?
    b) ¿Se aplica alguna reducción sobre este  coste para los mayores de 65 años? Si es así, ¿cuánto?
3- a) ¿Cuál es actualmente el coste anual de la Licencia Federativa (FEDA)?
    b) ¿Se aplica alguna reducción sobre este  coste para los mayores de 65 años? Si es así, ¿cuánto?
4- a) ¿Están los costes de las licencias FEDA y FIDE integrados en un único pago? Si es así, ¿se trata de la misma cifra que en el apartado 3?
    b) ¿Si no es así, agradecería una aclaración.
He constatado que en algunos clubes, allá donde he podido informarme, los socios siguen pagando la misma cuota, o superior, que el año pasado, a pesar de que en muchos casos han optado por NO renovar la licencia FEDA/FIDE, lo cual debería haber resultado en una reducción de cuota, ya que el objeto de esta iniciativa era ahorrar dinero. ¿Puede la Federación Catalana d’Escacs hacer algún comentario sobre este asunto?
 Espero no haber abusado de tu tiempo, Antonio, y, créeme, estaré muy, muy agradecido si consigues hacerme llegar esta información.
 Puedes, si te resulta más práctico, utilizar este mismo mail, adjuntando la información al final de cada pregunta.
 Saludos cordiales
 Joe

Punto por punto:

 1- a) ¿Cuánto costaba la Licencia Federativa (incluyendo FIDE) en el año 2013 para los jugadores seniors? 32,00 € (circular 29/2012)
     b) ¿Se aplicaba alguna reducción sobre este  coste para los mayores de 65 años? Si fue así, ¿Cuánto? Las licencias de mayores de 65 costaba 18,40 € (circular 29/2012)
2- a) ¿Cuál es actualmente el coste anual de la Licencia Federativa ‘Catalana)? La licencia sènior es de 30,00 €, (Circular 37/2013)
    b) ¿Se aplica alguna reducción sobre este  coste para los mayores de 65 años? Si es así, ¿cuánto? Las licencias de mayores de 65 años tiene un coste de 17,10 € (Circular 37/2013)
3- a) ¿Cuál es actualmente el coste anual de la Licencia Federativa (FEDA)?, 2,50 € para menores de 14 años, 4,50 € para mayores de 14 años sin elo FIDE y 10,00 € para mayores de 14 años con elo FIDE. (Circular FEDA 22/2013)
    b) ¿Se aplica alguna reducción sobre este  coste para los mayores de 65 años? Si es así, ¿cuánto? No se aplica simplemente por tener más de 65 años.
4- a) ¿Están los costes de las licencias FEDA y FIDE integrados en un único pago? Tener licencia FEDA implica poder salir en la lista FIDE i disputar torneos válidos para elo FIDE en España y fuera d’ella, así como Campeonatos de España siempre que cumpla las condiciones de cada torneo.
Si es así, ¿se trata de la misma cifra que en el apartado 3? El coste total de la licencia es la suma de los puntós 2 y 3
b) ¿Si no es así, agradecería una aclaración. Las licencias de la Federación Catalana y la de la Federación Española están disgregades y se tramitan y se abona por separado.
 Saludos,
JOSE ADRIAN  NAVARRO CARDENAS
Departament Comptable
Federació Catalana d'Escacs
Sant Adrià, 20 08030 Barcelona
93 318 59 26

MIS OBSERVACIONES PERSONALES - SI BIEN NO SON CONCLUSIONES

1- Es obvio que si el año pasado la licencia Senior, incluyendo FEDA/FIDE, era de 32€ y este año, sin incluir FEDA/FIDE, es de 30€, los jugadores, que a fin de cuenta somos los que pagamos, hemos sufrido un aumento brutal en nuestras gastos para federarnos. Además, se nos exige una suma adicional de 10€ si queremos competir en torneos homologados por la FEDA/FIDE.
2- Es igualmente obvio que aquellos clubes que han mantenido, o incluso aumentado, sus cuotas a sus socios - si se incluye la licencia en la cuota - no han actuado en los mejores intereses de sus socios, quedándose con la parte del ahorro que hubiese beneficiado a los socios.
3- Algunos clubes no descuentan la diferencia entre la licencia Senior y la de los mayores de 65 años a sus socios, cobrándoles la misma cuota que los demás si esa cuota incluye la licencia.

Ahora me pregunto ¿cuántos jugadores eran conscientes de las consecuencias reales de los acuerdos suscritos entre los presidentes de sus clubs y la FCE en la asamblea del año pasado que debatió la separación de licencias?

OS DEJO CON ESTA MUY INTERESANTE WEB QUE CONTIENE UNA CRÓNICA DE LA MUY RECIENTE ASAMBLEA DE LA FEDA DONDE ALGUNOS DE ESTOS TEMAS SE DEBATIERON.
http://ajedrezvalenciano.blogspot.com.es/2014/06/14-junio-asamblea-feda-en-madrid.html